Sueños entre sueños!!
este escrito fué creado cuando tenia un poco de trabajo y la inspiración llego a mi disfruten :)
Un día soñé que todo lo que quería se realizaba, que mi vida cambiaba al momento que decía algo, una sola palabra podría cambiar mi panorama, era un don pero a la vez una maldición, pues de mi boca tanto podía ser feliz como miserable. Una mañana me levanté, tomé mi desayuno y le dije buen día a mi madre. Al terminar de decir aquella frase, le había echo su día, caminé por el bosque y por mi mente rondaba la idea de nadar en un lago ya que era un día muy soleado, cuando dije, "quisiera una laguna al lado del bosque" caminé por cinco minutos y me encontré ese lago, me sumergí y me quedé nadando por un rato mientras miraba el sol cambiar de posición. Me di cuenta la hora que era y camine hacia la ciudad, mucha gente hablaba y gritaba, tenían su escándalo, vendedores ambulantes, música y carros que emitían sonidos muy fuertes eh intolerables a veces. decidí decir "silencio" y la cuidad quedo callada, gente sin poder hablar, corría desfrenadamente como buscando la cura de su mal, nadie se entendía y la gente se peleaba debido a esto, me di cuenta que había cometido un gran error pero, más fue mi tormento cuando al decir hablen yo tampoco pude emitir un sonido y por consecuencia no se eliminó el silencio, me salí como pude de la ciudad pensado en lo que había echo, como por un momento había arruinado no nomás a mi, si no a la gente. Me di cuenta que tenia que ser más cuidadosa con mis palabras por que me traían consecuencias.
Al lado del bosque, recordé que habitaba una mujer muy mayor que la gente del pueblo decía que era bruja, nadie se acercaba a ella mientras ella tenia muchos años
De vivir en soledad. Pensé que no tenía nada que perder y trate de recurrir a ella para ver si podía enmendar mi error. Mientras caminaba me sentí muy cansada, mis pies estaban abatidos de tanto caminar. Mientras mas oscurecía, no miraba muy bien y tampoco había comido desde aquella mañana y por un momento me sentí perdida, cuando me senté en una roca, a lo lejos se miraba un humo blanco que salía de entre los árboles, al momento pensé que tal vez podría ser una chimenea de la que provenía aquel humo, quise correr pero no pude. Mientras me acercaba, mis piernas se doblaron y caí al piso, estaba muy abatida y había perdido mi camino, me sentí desesperada y lloré. Lloraba sin consuelo por lo que había echo, no supe cuanto tiempo duré, lo único que sentí fue mucho frió, así que me levante y caminé hacia donde miraba el humo, seguí caminando y, detrás de un árbol mire mi destino. Llegue a esa pequeña cabaña, toque...toque...toque... y nadie contestaba, mis esperanzas se perdían muy aprisa y me sentía muy mal, cuando a lo lejos escuche una voz que decía ¿a quien buscas niña?
Alcé la mirada hacia la cara de la persona que me llamaba, era una señora de estatura baja, pelo blanco como la ceniza, su piel era muy arrugada pero tenia mucha fuerza en sus brazos, ya que cargaba cinco pedazos para leña a su casa, quise decirle lo que le pasaba pero no pude así que decidí tomar un pedazo de papel y pluma para poderle explicar lo que escribía, dejé de escribir y curiosa lo leía con detenimiento, al acabar de leer me dijo ¿por que has venido? Conteste "por que pensé que podría ayudarme a quitar la maldición" me explicó que con gusto me ayudaría pero, la única manera era arrepentimiento del corazón, hacer una obra buena por alguien sin que me sea de beneficio...me ofreció comida y hospedaje ya que estaba oscuro y podría vagar por el bosque por horas sin encontrar una salida. en esa noche soñé que repetía ese sueño mas a mi derecha había alguien a quien estaba apunto de caérsele un frasco de jalea que acaba de adquirir, me acerqué y le salve el frasco de jalea, había una persona que tenia frió y le otorgue mi suéter que cargaba, por ultimo, no dije ninguna palabra y lo único que pensé era que no quería ese don. Caí otra vez en un sueño profundo y al levantarme me di cuenta que fue un sueño, a mi lado estaba la anciana, que me dijo "toma te traje un té, te reconfortará" y al darle las gracias se escuchó mi voz, la anciana me sonrió como si supiera lo que había pasado, termine mi té, le volví a dar las gracias a la anciana, y regresé a mi casa, mi madre se levanta y me dice buenos días hija y yo buenos días, entonces aprendí que tenia que medir mis palabras pues aunque no pueda cambiar ahora con mis palabras mis sentimientos si.
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