Thursday, December 4, 2008

Historias de la Abuela! (spanish)


Historias de la Abuela!

este escrito me ganó un premio de artes literarias 2008 en la empresa que trabajo, la tematica era simple leias el cuento y votabas por tu favorito :)


Diana una señora de sesenta años, se encuentra sentada en la sala mirando por la ancha ventana, una vista hacia el mar muy hermoso. Diana se había mudado a vivir hace 30 años, cuando tuvo a su primera niña y antes de que su vida se volviera muy sedentaria. Los años le habían llegado tanto a su rostro como a su cuerpo, sus extremidades se entumecían a consecuencia de la falta de consumo de calcio después de tener a sus 3 hijos. En esa casa fue donde los crió y ahora vivía con su esposo Roberto, un hombre alto, delgado de cabellera blanca, su vida fue mucho mas activa ya que laboraba en una constructora cuando de joven, pero al mudarse a su nueva casa su vida cambio a solamente labores de hogar y una ferretería cerca de la casa, ya sus hijos graduados de Harvard y su hija la mayor con su titulo pensaban haber tenido una familia de bien. Yulia su única hija, había llegado a visitarlos en una mañana fresca de verano con sus niños aprovechando que estaban de vacaciones, se los llevaba de vez en cuando pues era la única vía de entretenimiento, los niños jugaban con los abuelos como si fueran muñecos grandes, Diana se cansaba primero que Roberto y los niños siempre comían la especialidad de la casa, hamburguesas "originales", así les llamaban por que Diana se la pasaba preparando la carne y creando las ruedas de las mismas para freír. Yulia, siempre se la pasaba en el teléfono haciendo sus trabajo y se daba un descanso para revisar a los niños y ver un poco de televisión, a veces se salía al patio principal a leer una novela, mientras el aire fresco rondaba por aquel lugar, era un lugar increíblemente cómodo. Diana llamó a Yulia para que fuera a comer, se sentaron en la mesa, dieron gracias y comieron aquellas hamburguesas que tan bien le salían a la abuela. Yulia se tenia que ir, tenia que regresar temprano para poder hacer de cenar a su esposo.
La mañana siguiente, Diana se levantó con un dolor de espalda muy intenso apenas si podía caminar, por lo cual Roberto le dijo que se quedara en cama mientras llamaba al doctor de la familia a que la revisara, Roberto prefirió no decirle a sus hijos para no alarmarlos ya que solo los asustaría, pensó que solo lo haría en caso de una emergencia. Llegó el doctor a la casa y de inmediato le hizo saber lo que acontecía, el doctor ya sabia donde se localizaba la recamara por lo cual apresuro el paso hacia ella, toco una vez y se adentro al cuarto. Diana se miraba un poco pálida y con una cara de angustia, el doctor la saludo brevemente y empezó a revisarla, le revisó el pulso, su respiración y al revisarle la espalda, notó que una de las vértebras de la columna esta ligeramente fuera de su lugar, sin alarmar a Diana para no fracturarse, le dio unas pastillas para el dolor y le recomendó que fuera con un quiropráctico para que le arreglar las vértebras. Roberto calmado por no haber sido algo mas grande, le hablo a sus hijos y les dio la noticia, la cual tomaron con calma, ellos sabían que tenía solución.
Durante la semana decidió hacer una cita con el quiropráctico, Diana asistió 3 días después de la visita del doctor, y después de un masaje y de arreglarle no nada mas la vértebra sino todos los problemas lumbares que tuviera Diana debido a su edad, le dijo que esto la haría mas activa, y que se sentiría mas ligera, pasaron las semanas y eso fue un caso olvidado, Octavio uno de los hijos de Diana estaba pasando por un divorcio, por lo cual se la pasaba constantemente en la casa de sus padres, se sentía solo y estaba por una crisis de depresión, su trabajo era lo único que lo sostenía de caer completamente, Roberto se lo llevaba a la ferretería para que pudiera liberar sus traumas o si no tan siquiera se sintiera mas a gusto consigo mismo.
Diana aunque le agradaba la compañía de su familia se había acostumbrado a tener días callados sin mucha productividad y de cierta manera deseaba que las cosas se arreglaran, ya que a veces se sentía engentada, los años pasaron y los nietos seguían creciendo, Amanda de ahora 11 años y Julio de 9 se divertían un poco más con sus abuelos, Amanda adoraba las historias de la abuela que tan naturalmente le fluían, ella decía que las historias de su abuela aunque sonaran un poco ficticias sabia que eran ciertas, que en sus tiempos las cosas eran diferentes y que ese tipo de historias a ella le gustaría seguir transmitiendo, o tan siquiera recordar cuando estuviera mas grande, Julio al contrario, se aburría con las historias de la abuela, prefería hacer las mil y un preguntas acerca de como se hace el fierro, como se corta la madera, de donde sale una pluma y sobre todo quería construir un carro andante de madera, el cual Roberto estaba ayudándole a construir, Yulia se sentía muy orgullosa de que sus hijos convivieran con sus abuelos, ya que de cierta manera ella creía compensar lo que alguna vez no pudo llenar ella.
Josh El hijo Mayor de Diana y Roberto, quien al terminar su carrera se había mudado de la ciudad y solamente llamaba en días festivos culpando a el trabajo de no poder regresar en esas fechas, había contraído matrimonio con una exitosa abogada de long island, con quien tenia ya 7 años de casados, Diana extrañaba ver a su hijo, pero sabia que si el no quería no lo iba Obligar, lo cual la hacia entristecer un poco.
Dos años después, Amanda la nieta de Diana, le había contando que todas las historias que le habían contando tanto su abuelo como ella, las tenia escritas en unas libretas, que se encantaba por escribirlas para poder tener mas que un solo recuerdo, Diana enorgullecida de que su nieta encontrara cierta fascinación con sus historias, decidió contarle mil mas, mientras Amanda crecía y se llevaba la libreta cada vez que la visitaba para tomar nota con mas detalle y precisión del relato.
Roberto a sus 72 años de edad sufrió un ataque al corazón el cual no logró sobrevivir, los médicos decían que el mismo falleció a su voluntad, Diana amargada por la noticia al igual que su familia, se sentían muy tristes mas no tanto como Diana que al mes después, falleció de lo mismo.
Los hijos de Roberto y Diana se encargaron de todo para el entierro de sus padres, Amanda y Julio tenían 17 y 15 años, quienes también resintieron aquella noticia. Mientras la familia disponía de repartirse los bienes decidieron que Yulia se quedara con la casa de sus padres si así lo deseaba. Amanda se encontraba sentada en la misma posición en la que encontró varias veces a su abuela mirando a través de la ventana aquella vista al mar, mientras en sus piernas sostenía un libro impreso llamado "Las Historias de mi Abuela"
Ojeo la última pagina del libro la cual terminaba:
"Siempre recordaré a mi abuela que con gran énfasis se dedicaba a contarme sus historias y darme hasta el más mínimo detalle, para mí siempre existirá sentada en la sala mirando por la ancha ventana, la vista al mar."

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